martes, 10 de febrero de 2009

Dancer in the Dark

Lars von Trier dirige a Björk en esta película sobrecogedora y cruel. Selma, el personaje principal, es condenada a muerte injustamente por el asesinato de un policía que le robó el dinero ahorrado para la operación de su hijo, que sufre una enfermedad genética degenerativa, y está quedando ciego así como ella. Ya Selma prácticamente no ve, y confía en el instinto para hacer las labores cotidianas. Amante de la música y las canciones, su vida se convierte en un musical. Pero si asocian la palabra musical con alegría, entonces esta película les cambiará el paradigma.

Björk no es una artista tradicional. Todo lo hace en un esfuerzo para innovar, y a pesar de que sus sonidos y canciones no son fáciles de escuchar, particularmente siento gran admiración por su música y sus ideas. Una de las ventajas de su música es que, si se le da la oportunidad, permite encontrar gran belleza en algunas de sus canciones al escucharla por segunda vez. Sus ritmos no podrían calificarse de pegajosos, pero se quedan grabados en la mente, y casi nunca en una imagen desagradable. Nunca es excesivamente dulce, ni excesivamente amarga. Su sonido nunca es demasiado ácido, pero no es convencional como los Jonas Brothers. Y ella es la protagonista de esta película y llevó todo lo que suele hacer en la música a esta película. Las canciones fueron compuestas por ella, aunque las letras fueron a veces escritas por el director. Esta película se merece dos videos, no porque sea la mejor película de la historia, sino porque la narración es musical, y quiero mostrar no solo las escenas sino la música, que es protagonista de esta película.

Como había dicho, Selma está ciega. Puede ver la luz y la oscuridad, pero poco observa del mundo. A pesar de eso no es una discapacitada: camina al trabajo contando los pasos hasta la vía del tren, y luego siguiendo la vía, llega a su destino. Su trabajo es mecánico y repetitivo, por lo cual no necesita su vista. Está acostumbrada a su rutina, y eso le ayuda a sobrellevar su ceguera, además de su única meta, que es evitar que su hijo quede ciego siendo un niño. En este contexto sucede esta primera escena. La canción se llama I´ve seen it all (lo he visto todo) y fue nominada a los premios de la academia como mejor canción, y, a mi juicio, debió haber ganado ese año.

Ahora les presento el final de la película. Lars von Trier es un director que sabe hacer que el espectador se relacione con sus personajes, y la muerte de Selma es injusta e inesperada. Esta es una de las escenas más desgarradoras que alguna vez he visto. Si tienen a Dancer in the Dark como alguna de sus películas en cola de espera para ver, salten la escena a continuación. No es lo mismo saber que muere a saber como muere. Es una película brillante y oscura, algo que debe esperarse de Lars von Trier, de quien seguramente haré otro post para hablar de Dogville y Nicole Kidman. Lloren con lo que sigue (es una escena impactante... no digan que no lo advertí).

2 comentarios:

  1. Hola, Yo ví la película, a mi me parecio muy penetrante, el director logró un gran trabajo de conección de emisor y receptor sin mayor esfuerzo, con una sencillez muy ligera y dulce a la vez, además nos hace sentir un personaje testigo que no puede hacer nada contra las injusticias que se han nombrado anteriormente, Bueno mis críticas serán buenas ya que soy fanática de bjork y gracias a ella conocí el film que hoy es mi favortia..

    Saludos cordiales
    Macarena González
    vial.gm@gmail.com

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  2. Si la ceguera es el comienzo trágico para esta personaje (ficticia) muy musical, no creo poder comprender siquiera un poco lo que fué la sordera para el verdadero titán Beethoven, y aún así duele mucho. La Música (para mi la predilecta) como las demás artes, son sublimaciones de la vida, con todo lo que conlleva, y mas emocionalmente, no solo un simple paradigma de alegría o desamor o etc, creo yo.

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